Cuando una persona sufre lesiones personales debido a la negligencia o acciones imprudentes de otra parte, pueden tener derecho a una compensación por los daños sufridos. Estos daños pueden dividirse en dos categorías principales: daños económicos y no económicos. En este artículo, nos enfocaremos en explicar qué son los daños económicos en un caso de lesiones personales y por qué son fundamentales en el proceso de reclamación.

Los daños económicos, a menudo denominados daños compensatorios o daños reales, son los costos financieros y económicos directamente relacionados con las lesiones sufridas debido al accidente o incidente. Estos daños se pueden cuantificar de manera más precisa porque están respaldados por facturas, recibos y registros financieros. Algunos ejemplos comunes de daños económicos incluyen

– Gastos Médicos: Esto incluye facturas de hospitales, tratamientos médicos, cirugías, terapias, medicamentos y cualquier otro costo relacionado con la atención médica que sea necesario debido a las lesiones.

– Salarios Perdidos: Si las lesiones impiden que la persona trabaje durante un período de tiempo determinado, tienen derecho a recuperar los salarios perdidos, bonos o beneficios laborales que habrían ganado si no hubieran resultado lesionados.

– Daños a la Propiedad: Si el incidente también causó daños a la propiedad, como un vehículo en un accidente automovilístico, estos costos de reparación o reemplazo se consideran daños económicos.

– Gastos Futuros: Los daños económicos no se limitan solo a los costos pasados y presentes. También pueden incluir gastos médicos futuros, terapias continuas o cuidado médico a largo plazo que se necesiten debido a las lesiones.