Una de las principales razones por la que es necesario y justo presentar una demanda, es por la compensación por los daños causados. Los efectos de estos daños en tu vida pueden usarse como evidencia para ayudar al jurado a deliberar de manera favorable para ti.

El valor de la evidencia es muy alto, pues ayudará a demostrar su inocencia y la culpabilidad del demandado. De esta forma, tendrás el control que necesitas para poder mejorar tus posibilidades de ganar.

Esta vez vamos a presentarte tres tipos de evidencia que pueden ayudarte a inclinar el resultado de la demanda a tu favor.

Evidencia física: Con esto nos referimos a las pruebas tangibles; por ejemplo, un arma, huellas dactilares o incluso autos chocados. Para la mayoría de casos, este tipo de evidencias suele ser muy eficaz.

Diagnósticos médicos: Estos son sumamente importantes si una de las partes afectadas termina con secuelas físicas o mentales. Los diagnósticos firmados por médicos tendrán peso al determinar las causas por las cuales se desarrollaron los daños. Esto contempla mutilaciones, contusiones o secuelas mentales que le impidan disfrutar de la vida.

Testigos: Ellos podrán ayudar a fundamentar las evidencias presentadas y darle una base al desarrollo de los hechos del accidente. Sin embargo, existen tipos de testigos que no hablan de lo que vieron en un accidente, sino de cómo los demandantes fueron afectados después de estos sucesos catastróficos.

Incluso si no deseas presentar una demanda inmediatamente, siempre recomendamos guardar evidencia por si cambias de opinión luego. Recuerda que hay estatutos de limitaciones que restringen los plazos que tienen los involucrados en el accidente para tomar acción legal.